La peña Al Bebere fue fundada en enero de 2006, nacida del entusiasmo de un grupo de amigos con espíritu festivo y una clara inspiración corsaria. El nombre, con una fuerte conexión tanto con las incursiones como con el pueblo, surgió entre risas, bromas y debates animados durante aquellos primeros días de ilusión. Fue Sergio Sánchez García quien propuso el nombre que, de inmediato, resonó con todos los miembros y que desde entonces se convirtió en nuestra bandera y emblema. (Sergio, por cierto, continúa haciendo incursiones… ahora más allá del océano).

Desde el principio, nos definimos como un grupo de corsarios berberiscos, y lo hemos llevado con orgullo durante casi dos décadas. Lo que en su origen fue una divertida excusa para disfrutar de las fiestas «como piratas», se ha transformado en una tradición imprescindible: nuestra razón anual para volver a tomar las costas del Mar Menor y reencontrarnos con nuestra querida familia albebereña.

En estos casi 20 años de historia, hemos vivido momentos inolvidables dentro del recinto de peñas, compartiendo risas, vivencias y también algunas despedidas de compañeros que, aunque ausentes, siguen presentes en cada celebración, realizando sus propias incursiones por otros territorios.

Cada nueva incorporación a la peña es motivo de alegría, pero sin duda, lo que más nos ilusiona es ver cómo las nuevas generaciones de albebereños pisan fuerte y se preparan para tomar el relevo con la misma pasión que sus antecesores.

Además, hemos tenido el honor y la suerte de ser capitanes en más de una ocasión, una experiencia única que recordamos con orgullo y que estamos deseosos de repetir. Ser parte activa de la fiesta y contribuir a su grandeza es algo que llevamos muy dentro.

Un aporte muy especial que nos llena de orgullo es que, en una de sus ediciones, el cartel oficial de las fiestas fue diseñado por uno de nuestros integrantes. Un pequeño gesto, pero con un gran significado, que demuestra nuestro compromiso con la fiesta y con el pueblo.

En 2023, marcamos un nuevo hito con un cambio de directiva y la decisión de renovar nuestra imagen visual. Dejamos atrás los tradicionales colores negro y granate, para dar paso a una combinación más viva y simbólica: azul celeste, en homenaje a nuestro vínculo con el mar, negro, que mantiene nuestra esencia, y dorado, que aporta luz y distinción. Ese mismo año, estrenamos también un nuevo banderín, acorde con esta evolución estética.

Hoy, Al Bebere sigue más vivo que nunca, manteniendo el espíritu de sus fundadores: vivir las fiestas entre amigos, honrar nuestras raíces corsarias y seguir navegando juntos, con paso firme hacia adelante, construyendo año tras año la historia de nuestro grupo.